¿NOS VEMOS EN LAS REDES?
Allá por 2013 tuve la oportunidad de fotografiar mi primera boda en el Palacio de Hoyuelos y ya entonces me maravilló el precioso palacio renacentista, sus jardines y el entorno natural que tiene alrededor. Y además, estar en las mismas estancias por las que pisó Fernando Fernán Gómez en “El espíritu de la colmena” le da un puntazo extra.
Fray y Javi me contactaron a inicios de 2020 y su boda estaba planeada para junio de ese mismo año. Lo que pasó en esos meses de todos es conocido: pandemia, confinamiento, incertidumbre, cambios de fechas y planes, etc. Además, la familia de Fray viajaba desde fuera de España, lo que complicaba aún más toda la logística.
Lo bueno es que entre aplazamientos y demás, llegó su preciosa hija y tuvo la suerte de poder estar en la boda de sus padres 😀
El día de la boda por fin llegó y amaneció con una mañana radiante. Fue un día lleno de encuentros familiares, marcado por las emociones a flor de piel y, sobre todo, por unas ganas enormes de disfrutar de una boda tan esperada y deseada.
Disfruté desde el minuto uno hasta el final del día de un ambiente festivo y emocionante, en el que me pude mover feliz haciendo lo que más me gusta: documentar historias de felicidad.
Y como lo mío son las imágenes más que las palabras, dejo aquí cómo lo vivió la propia Fray (millones de gracias por esas palabras tan bonitas que me dedicas). Y a continuación, una pequeña selección de algunas de mis imágenes favoritas del día:
“Cuando Javi me propuso matrimonio no teníamos ni idea lo que venía, fue en nuestro aniversario en el 2019, dijimos que para el verano del 2020 tendríamos una boda íntima con la familia y amigos más cercanos. ¿Que pasó entre medias? ya con el vestido comprado, con la finca contratada, casi todos los proveedores, vino una pandemia y cambió los planes. Y tanto, que entre medias nos compramos una casa y tuvimos a nuestra primera hija.
Como ya conocíamos a Sergio y nos gustaba mucho su estilo, le pedimos hacernos la sesión de embarazo, así tuvimos ese primer contacto con su lente y alucinamos con el resultado. La sesión fue fluida y el resultado brutal. Así que esperábamos con ansias la llegada de la nueva fecha de la boda.
Así llego nuestro fin de semana soñado, amaneció un día despejado con un sol precioso, esa mañana en los preparativos, suelen haber muchos nervios, pero nosotros estábamos confiados, tranquilos, disfrutando el momento, porque sabíamos que teníamos al mejor equipo con nosotros y todo saldría genial.
Sergio estuvo en cada momento, pero su presencia apenas se notaba, eso sí, cuando vió a mi padre en apuros con el prendido estaba ahí presente para ayudar.
Nuestra boda fue muy emotiva, teníamos mucho tiempo sin ver a la familia que vive fuera de España, después de todo este tiempo por fin podíamos reunirnos y abrazarnos, cuando vimos el reportaje alucinamos porque Sergio pudo capturar cada momento, cada emoción, cada abrazo y cada lágrima. Sergio tiene el don para capturar la emoción en una imagen, fue una verdadera suerte tener a Sergio con nosotros, para que, como dice el mismo pudiera contar nuestra historia.
Cada vez que vemos las fotos de la boda, nos salta una sonrisa, volvemos a vivir las sensaciones tal cual las vivimos porque están capturadas con su especial arte”.







































