¿NOS VEMOS EN LAS REDES?
La historia de Carol y Maximilian se remonta a los años de colegio, donde coincidieron por algo tan insignificante como la inicial de sus apellidos. Ambos tenían sus asientos cerca en las clases, ya que estaban ordenados alfabéticamente. Los años de colegio y universidad hicieron el resto para unirlos como pareja.
Parafraseando a Galadriel, diría que hasta el detalle más pequeño puede cambiar el curso del futuro.
A pesar de que residen en Suiza, eligieron organizar su boda en Málaga ya que Maximilian es medio español y buena parte de su familia reside en nuestro país. Además sienten una especial admiración por España.
El día antes de la boda celebraron una fiesta de bienvenida en Cortesín Beach Club, una idea fantástica que dio la oportunidad a los invitados de conocerse entre ellos y propiciar el reencuentro entre Maximilian y algunos de sus familiares de España. El ambiente fue distendido y alegre, amenizado por una banda que nos regaló los oídos con temas de los 70 y 80.
El “día B” comenzó con los preparativos de ambos en el Hotel Finca Cortesín, desde donde salimos hacia la ceremonia de boda en la iglesia de Sotogrande. Una vez de vuelta en el hotel, la recepción y la cena tuvieron lugar en el exterior, bajo el cielo de Málaga e iluminados por una carpa de bombillas. Tras los discursos protocolarios el padre de Carol interpretó para la pareja algunos temas al trombón.
La noche estuvo llena de risas y alegría, baile y sobre todo, el cariño que todos los invitados demostraron tener a Carol y Maximilian.
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