¿NOS VEMOS EN LAS REDES?
Hubo un tiempo en el que los matrimonios eran apalabrados por las familias de los jóvenes, sin que éstos llegaran a conocerse y sin tener ni voz ni voto en su propia boda. Con este panorama, no era raro que se dieran “espantadas” de última hora y más de uno (y una) se quedaran plantados en el altar.
En ese contexto es donde nació la superstición de que daba mala suerte que los novios se vieran antes de la boda. Supongo que la mala suerte era sobre todo si uno de los dos era rematadamente feo, ya que tenía muchas posibilidades de quedarse con cara de póker en el último momento.
Por suerte los tiempos han cambiado y aunque en occidente la costumbre de pactar los matrimonios prácticamente ha desaparecido, la tradición-superstición de no ver a la novia antes de la ceremonia aún se mantiene.
Sin embargo cada vez hay más parejas que deciden tomar las riendas de sus bodas y romper con las convenciones sociales.
Un first look consiste en un encuentro previo a la ceremonia, en el que la pareja se ver por primera vez vestidos de novios en total intimidad: sólo ellos dos ante la (necesariamente discreta) cámara de su fotógrafo. Probablemente sea uno de los momentos más emotivos que pueda haber en una boda y siempre es un privilegio para mí poder fotografiarlos. Además, no le roba importancia a la tradicional llegada de la novia a la ceremonia, pues sigue siendo muy impactante llegar a la iglesia-finca-ayuntamiento-loquesea y encontrarse con todos esos familiares y amigos juntos en una reunión que seguramente nunca más se volverá a repetir.
Además del componente emocional del primer encuentro, hay otros aspectos interesantes a tener en cuenta:
– Algunos hombres no se sienten cómodos llorando en público, y aún menos delante de decenas de personas. En el primer encuentro no necesitan reprimirse al ser un momento de intimidad.
– Hacer el first look y la sesión de retratos de pareja a solas antes de la ceremonia permite a los novios estar con sus invitados durante el resto del día, sin tener que apartarse de ellos en ningún momento.
– El día de la boda ocurre todo muy deprisa y los novios apenas tienen tiempo de respirar: preparativos, ceremonia, los saludos de después, el cocktail y el banquete, el baile… antes de que se den cuenta habrá terminado el día y apenas habrán podido hablar entre ellos o decirse lo guapos que están. Añadir el encuentro les dará unos momentos de intimidad y tranquilidad que saborear juntos antes de que empiece toda la locura de la boda.
¿Y a tí qué te parece? ¿harías un primer encuentro?
Las fotos son preciosas (se hagan antes, durante o después), pero el momento es único. Mi (ya) marido quería hacer las fotos antes de la ceremonia para poder estar más tiempo con nuestra gente, pero a mí no me entusiasmaba la idea,…hasta que hablamos con Sergio. Nos contó lo especial y mágico que es el first look y sus argumentos me convencieron. Creo que fue uno de los mejores consejos que me dieron para la boda, porque vernos a solas y pasar un rato juntos antes del “mogollón” fue el momento más especial del día…(y de la “necesaria” presencia de la cámara ni te enteras)
¡Qué buenos recuerdos me trae vuestro “first look” Ainhoa! El momento, el lugar escogido, la subida con la banda sonora que preparaste…