¿NOS VEMOS EN LAS REDES?
Mi querido Marcos:
Aprovecho este pequeño momento de tranquilidad, mientras duermes entre mis brazos, para escribirte unas líneas que espero leas algún día.
Tú no lo sabes, pero cuando aún estabas en camino, hiciste que tomara un nuevo rumbo en mi vida que me ha traído hasta aquí: ser fotógrafo de bebés.
Debo darte las gracias y pedirte perdón.
Gracias por ayudarme a descubrir algo con lo que me siento tremendamente realizado y que me hace tan feliz (aunque no tanto como ver tus sonrisas y tus muecas mientras estás dormido). Perdóname porque mi ocupación hace que a menudo no esté junto a ti tanto tiempo como yo quisiera y como tú mereces.
No deja de asombrarme la velocidad con la que creces, aprendes y evolucionas. Sé que muy pronto estarás correteando por los pasillos; y mucho antes de lo que yo quisiera serás una persona totalmente independiente. Siento cierta angustia al ver que se me escapa el tiempo como agua entre los dedos, pero por otro lado tengo gran curiosidad por conocer a la gran persona en la que estoy seguro que te convertirás.
Mientras llega ese día, atesoraré estas imágenes y todas las que me sea posible como una de mis más preciadas posesiones.
Nada de cuchillo de palo en casa del herrero.
Te quiero, mi gordito.
Enhorabuena por el trabajo, qué reportaje tan bonito.