¿NOS VEMOS EN LAS REDES?
Patri y Miguel eligieron para su boda la Finca Aldea Santillana, y creo que no pudieron haber escogido un lugar mejor. Las espectaculares vistas al embalse del Atazar, sus impresionantes instalaciones y la exquisita atención del personal ayudaron a que su día fuera inolvidable.
Sin embargo, más allá de las vistas y el decorado, lo que hizo realmente especial la boda de Patri y Miguel fueron los detalles que tanto cuidaron y el gran cariño que pusieron para que todos los que les acompañamos disfrutáramos de una experiencia de lo más emocionante: lágrimas (de emoción) y risas a partes iguales.
Y no sólo fue especial por todo lo anterior (que no es poco): ¿alguien ha estado en una boda en la que un caniche es el encargado de llevar los anillos? ¿alguien ha conocido a una novia con dos padrinos? Yo sí, y estoy (muy) feliz de haber fotografiado esta historia.
Su boda fue una de esas en las que los ojos se te empañan detrás del visor.
De esas en las que hay una energía especial en el aire y por un momento puede sentirse a los ausentes entre nosotros.
De esas que no olvidas jamás.
Ceremonia y banquete: Finca Aldea Santillana.
Bellas fotos! Saludos.