Tag: reportaje de pareja
Recuerdo el día que conocí a Lorena y Aidan: estábamos en la calle y no encontrábamos dónde guarecernos de una lluvia torrencial. Debí sospechar que eso de calarme hasta los huesos sería lo habitual con esta pareja.
La reunión fue como un flechazo mutuo y en lugar de hablar de álbumes y tarifas, a los pocos minutos estábamos planeando cómo sería su preboda en Irlanda. No recuerdo quién estaba más emocionado con el plan: ellos o yo. Seguramente los tres por igual.
Eire es el sonido de un mar de piedra. Olor a salitre y tierra mojada. Es sentir las gotas de una lluvia endiablada clavándose en la piel. Y volver a la vida con el sabor de un irish stew y una Smithwick’s junto a la chimenea. La dureza del clima se compensa con un paisaje que sobrecoge hasta el punto de saltarte las lágrimas, y contrasta con la calidez de sus habitantes.
No tengo palabras para contar lo que allí vivimos.
Playas en las que en lugar de arena hay bloques de piedra. Acantilados que te hacen perder el aliento. Restos de un naufragio en un paisaje apocalíptico.
Y también preparar unas lentejas, encender la chimenea y disfrutar de una charla siempre amena y divertida. Aún sonrío al recordar las muecas de Aidan (un gran cómico a la espera de un cazatalentos que lo descubra) y a Lorena llamándole “Aidyyyyyyy…”
Cualquier tipo de reportaje fotográfico, ya sea de pareja, de boda o de preboda en Lupiana y su maravilloso monasterio siempre tiene algo mágico.
El ambiente tranquilo de su claustro, la energía que aún se respira en su malograda iglesia y la hermosa luz que se filtra en sus jardines lo convierten en el lugar perfecto para paseos en buena compañía y confesiones a media voz.
Cristina es risueña, detallista y alegre, y la forma que tiene de moverse me recuerda a una pequeña hada con risa y mirada de niña.
Carlos es activo, enérgico y de mirada profunda, el tipo de persona que te llevarías como compañero en una expedición al Himalaya.
“Si alguien ama a una flor de la que sólo existe más que un ejemplar entre los millones y millones de estrellas,
es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas.”
El Principito (Antoine de Saint-Exupéry)